Entre los bomberos entrevistados en conmemoración por el Día del Bombero, es el turno de Ariel Flores, conocido techista y piloto de cuatriciclo de nuestra localidad.
A los 13 años ingresó al cuartel, luego de una conversación con un compañero de colegio que le consultó si no quería ser cadete ya que “hacían un montón de cosas”. Desde ese momento no paró. Comentó que le gustaban las prácticas y ayudar, hasta que logró dejar de ser cadete y pasar a ser bombero.
Ariel, al escuchar el toque de sirena tal como todos afirma que “es una sensación única, obviamente se te cruzan mil cosas por la cabeza. Puede ser un incendio, un accidente, un rescate de un gato, uno nunca sabe el por qué del toque de sirena. Uno va concentrado en poder ayudar al otro, poder salvar una vivienda, o poder dar un abrazo o un consuelo a alguien que esté pasando un mal momento”.
Continuando la conversación comenta que para él escuchar la sirena es muy motivador y es algo que cuando la escuchas “no podes hacerte el desentendido y no salir a ayudar al otro”.
Con respecto al rol que cumple su familia nos dice que es fundamental. Él al haber sido bombero desde joven nos comenta: “tocaba la sirena y mi vieja me estaba esperando con la ropa en la mano para llegar mas rápido, al igual que cuando tuve pareja. Es tanto el sentimiento que uno tiene que lo transmite y la otra persona se pone en el mismo lugar que nosotros y siempre te da una mano, a que puedas salir lo más rápido posible para poder ayudar al otro y siempre te está esperando con los brazos abiertos”.
“Ser bombero es un sentimiento, una vocación”, por eso es que Ariel no lo recomienda si la otra persona no lo siente. “Se le dedica tiempo, amor y un montón de cosas que tenés que estar dispuesto a hacer, entonces es algo que es muy personal, muy particular, no es como un trabajo que decís ‘che, estaría bueno que labures de tal cosa o tal otra’, esto es un sentimiento en el cual se requiere de eso, de la voluntad y estar siempre predispuesto a ayudar al otro” afirmó.
En esta oportunidad Ariel aprovechó para destacar que entre los bomberos forman una gran familia y dijo: “nos cuidamos mas allá de cualquier roce que pueda tener uno con otro: cuando vamos a trabajar, cuando vamos a un siniestro, siempre estamos uno para el otro, codo a codo y eso es lo que hace que la institución y que el bombero sean tan reconocidos. Por lo voluntario, por la dedicación y vocación porque es una familia grande, eso es lo que te llena de energía y saber que todos estamos con el mismo objetivo: que solo es ayudar” concluyó.