El claromequense Claudio Alcodoy, más conocido por todos como “el pistola”, tuvo dos motivaciones a la hora de decidir ser bombero. Según nos comentó la primera fue el fallecimiento de su padre por un paro cardiorrespiratorio y la segunda el incendio del vivero 2000-2001.
Con respecto a lo de su padre recuerda: “yo estaba en Claromecó y él –por su padre- en un campo a 200km. Cuando me avisan, nos dirigimos con mi hermano al lugar llegando una hora y veinte después del suceso”, quedándole la duda de, si él hubiese estado allí junto a su padre tal vez podría haber hecho algo o recibiendo una ayuda inmediata quizás la situación sería diferente.
La segunda de las motivaciones fue en el incendio del vivero, según cuenta “yo colaboré como empleado municipal, viendo como trabajaban tanto bomberos locales como de la zona. Sentí la necesidad de estar entre ellos” y fue allí que ingresó a los bomberos.
Ya metido de lleno en esta vocación, Claudio nos cuenta que todas las salidas son diferentes, “uno piensa en distintos escenarios con los que se puede llegar a encontrar, pero fundamentalmente uno piensa en llegar rápido y solucionar el problema lo más rápido posible”.
Tal cómo comentaron sus compañeros al llegar la pregunta sobre el rol de la familia, “el pistola” afirma que el respaldo de la misma lo es todo para el bombero, “muchas veces dejamos de lado acontecimientos importantes como cumpleaños, navidad, fin de año o mucho más. Es por eso que si no tuviéramos este apoyo, la situación de irnos cada vez que tenemos un evento importante o al cuartel nos llevaría a tener un malestar familiar”.
Siempre, al hablar de que anima a un bombero la respuesta es “ayudar al otro”, Claudio obviamente no iba a ser la excepción, considera que el poder dar alivio a alguien ante una desgracia es lo que le da ánimo a seguir siendo bombero día a día.
Muchos dicen que bombero no se hace, se nace y seguramente en la mayoría de los casos suceda. Pero en el caso de Claudio no fue lo que pasó nos dice: “tal vez se me despertó de grande la vocación. Pero por supuesto que si hay alguien que siente el ser bombero lo invitaría a que ingrese, porque uno aprende mucho con las capacitaciones constantes que tenemos y es muy reconfortante poder ayudar al prójimo sin pedir nada a cambio”.
Para finalizar, Claudio aprovechó para saludar a todos sus compañeros por el Día del Bombero y agradeció a la vida por poder formar parte de la institución. Además agrego con respecto a la pandemia que hay que tener paciencia “va a pasar y vamos a poder celebrar nuestro día como nos merecemos”.