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Gastón Castro: “Lo que me marcó fue el incendio de la Estación Forestal en el año 2014 y el accidente de Diego Lobos”

Ingresando como cadete en el año 1999 con 13 años de edad, Gastón Castro se metía en la gran familia del cuartel para luego al cumplir los 18 pasar a ser bombero y llegar a hoy, 22 años después ser Ayudante Principal.

Motivado por un amigo de su vida, el cual ya era cadete por ese entonces, Gastón ingresó a los bomberos y nos dice “desde ahí con 13 años estoy prestando servicios. Lo que nos motiva a todos es ayudar al prójimo sin pedir nada a cambio, asique bueno, ya hace 20 años que soy bombero todo una vida ahí adentro”.

Continuando con la línea de saber el rol ocupa la familia del bombero en sus vidas Gastón respondió: “creo que es lo más importante, el compañerismo es importantísimo pero fundamental la familia. En mi caso sin mi familia no podría hacer nada, cuando te vas a un incendio te preguntan como estas, si necesitas algo, por ahí te toca estar muchos días fuera de tu casa y eso es lo que te motiva, la familia, las ganas de seguir. Sin ellos no seguiríamos adelante, la institución ayuda mucho pero la familia es todo, nuestro cable a tierra, podemos charlar y eso  nos ayuda a seguir” aseguró.

Lo que más motiva a Gastón a elegir ser bombero cada día de su vida son las salidas, accidentes, clases de incendio y la constante formación que recibe y asegura que no es como antes. “Hoy es muy complejo ser bombero se necesita mucha dedicación y estudio”.

Algo que lo marcó en su trayectoria fue el incendio en la Estación Forestal en el año 2014. Según relata “estaba trabajando en la municipalidad y fui para el cuartel mientras veía la columna de humo que todavía no estaba en el vivero”. A él le tocó salir de chofer en el móvil 13 y recuerda “iba a cargo Mansilla, nos toco andar todo el día trabajando juntos en el vivero cargando agua. El fuego nos pasaba por arriba. Bancúr, que todavía no era jefe, nos llamó desde la casa del intendente y el fuego pasaba por encima”. Gastón también nos contó que ese incendio fue muy rápido y no les dió tiempo a nada. “Es algo increíble, lo recuerdo y se me caen las lagrima, ver el vivero quemarse de esa manera” no dice.

Otro suceso que marcó la vida de este bombero claromequense, fue el accidente de Diego Lobos, un joven policía –además de bombero- que viajaba a nuestra localidad para cumplir con su trabajo y fue chocado en la ruta y del cual Gastón está agradecido de haber conocido y mantener contacto hasta el día de hoy.

Para ir concluyendo este reconocimiento le consultamos que siente él, en qué piensa cuando va camino a un incidente a lo que respondió “nos preparamos psicológicamente para trabajar en lo que nos toque. En un incendio forestal estás más tranquilo porque es más común, en cambio, en un accidente es más complejo y tenemos que estar muy preparados”. Es por eso que nos explica que  es una profesión muy demandante y no es fácil, hay que estudiar, perfeccionar y prepararse psicológicamente.

Además agregó que la prueba de ingreso no es sencilla, “son seis meses de mucha exigencia”, pero recomienda a que el que quiera se acerque, porque es algo muy lindo.

Por último quiso agradecer a su familia, amigos, compañeros de trabajo y colegas de otros cuarteles, que siempre trabajamos juntos en incendios, sin olvidar a la gente y los niños que siempre saludan cuando se van a algún incendio, a todos gracias, a los jefes por siempre estar cuando se los necesita y que a seguir hacia adelante.

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