Siguiendo las entrevistas a distintos integrantes del Cuerpo Activo de Bomberos de nuestra localidad, en el contexto del Día del Bombero Voluntario, conversamos con Gonzalo Mir quien junto a su hermano Emiliano llevan el cuartel en su ADN.
Desde muy chico, con tan solo 5 años su abuelo, quien por ese entonces era Jefe ya lo llevaba a al cuartel. Luego, llegó el turno de su padre y afirma: “cuando uno es chiquito el sueño es ser como el papa, asique con 10 años entró como cadete” por lo que Gonzalo forma parte de la institución hace 23 años.
A la hora de hablar de la familia, Gonzalo reafirma que es casi más importante que el bombero y que en su caso si no fuese por el apoyo de su mujer, le sería muy difícil. “Si vos no tenés quien te de una mano no podes cumplir con tantas obligaciones, por ejemplo Aluen –su hija- a pesar de que su actual mujer no sea la madre, se quedaba para que yo pueda ir al cuartel a dar capacitaciones y también estudiar. Asique yo pienso que la familia se merece casi el mismo puntaje que tengo yo día a día en el cuartel”.
En tiempos en los que la pandemia modificó la vida de muchos, no es excepción la de los bomberos, aunque eso no lo desanima pero afirma: “es medio raro porque vamos lo justo y necesario. En tiempos normales, vamos a ver cómo están los compañeros, a jugar ping pong o por si suena la sirena”.
Al momento de tener que ir a un incidente, Gonzalo nos relata que lo primero que hace es tratar de llegar al cuartel sin “hacer locuras”. Luego, una vez que esta camino al llamado junto a sus compañeros, lo primero es observar si hay alguna columna de humo, también “tratar de imaginar si es un accidente, un incendio forestal o una vivienda. Cuando hay lluvia pensamos que es un accidente, cuando suena de madrugada un incendio de vivienda y de día un incendio forestal”.
Al ser consultado si él recomendaría a otro a ser bombero nos dijo: “eso es algo que te tiene que salir, para mí el que le gusta ser bombero o tiene inquietud se acerca al bombero y le pregunta, le consulta o tiene curiosidad, entonces es cuando realmente ves que le interesa”.
Gonzalo nos explica también que ser bombero conlleva una cantidad de obligaciones que deben cumplir además de pasar horas en el cuartel, “tenemos capacitaciones, reuniones, incendios en otras ciudades o provincias, cursos que hay que viajar. Entonces cuando vos le contás todas las obligaciones, que son solo por el afán que tenés por ayudar y capacitarte”. Aprovechó para dar un ejemplo que muchos recordarán, pero desde otra visión, los fuegos artificiales que se realizaban para recibir el año nuevo frente al mar. “Cuando íbamos -a los fuegos artificiales en la costanera-, en vez de brindar con tu familia teníamos que ir a cubrir ese servicio. Entonces cuando vos le explicas todo esto a una persona y así y todo lo ves que está entusiasmado le decís ‘vení, acércate’”.