En un comunicado de la comisión del Centenario se dió a conocer el logo final de los 100 años, luego del error en el conteo del concurso.
Propuesta conjunta entre el Centro de Estudiantes del Instituto Secundario Claromecó y Jaime Guisasola.
Decidimos realizar un taller para recrear dicho logo basándonos en los puntos de unión entre ambas propuestas, una identidad que englobe todo y al mismo tiempo transmita alegría y evolución.
El representativo número 100, que se forma con el faro, máximo ícono de nuestra localidad. Haciendo alusión, a su haz de luz, que guió y forjó el progreso de nuestro amado pueblo y que con sus latidos conmueve al mar, acariciando la vida de este pueblo compartiendo sus alegrías y tristezas haciendo menos dura la oscuridad. Miles de familias habitaron este paraíso en el mundo y todos contamos con innumerables recuerdos y emociones.
El color amarillo de la cima, hace referencia al haz de luz, antes mencionado como quien marca el camino de nuestro lugar en el mundo. Una de las herramientas principales de los marinos y navegantes, guía para nuestros pescadores, “Una pequeña luz, ante la inmensidad”. Los 2 ceros (0), forman en su conjunto el INFINITO integrando a los habitantes que estuvieron aquí antes que se fundara como también a quienes vendrán. Completan así el numero 100, haciendo alusión al pasado al presente y al futuro de una comunidad que progresa a paso firme.
Los colores celeste y blanco, son la base de nuestro pueblo de mar, los mismos que lleva el club de fútbol, la escuela y tantos otros. Similares a los de nuestra Bandera Nacional, con la representación, del celeste en el cielo hasta el azul ultramarino, como el blanco espuma.
La gama cromática que parte desde el anaranjado, pasando por el rosa hasta llegar al violeta y son quienes forman los “colores complementarios”, representan nuestros amaneceres y atardeceres de las horas mágicas en la ceremonia del dorado sol, el mismo que reverenciaron los indios, los mismos colores que se puede ver en los caracoles entre la arena y nos ofrecen una paleta de colores, dignas de una obra de arte.
Se colocan los años, 1920 y 2020, fecha fundacional de la localidad, y este año, que celebramos el Centenario. La tipografía utilizada, busca darle un aire moderno, sofisticado y sutil, con ribetes de manuscrito.
En este trabajo en conjunto entre los estudiantes y Jaime Guisasola, quisimos darle un aire juvenil, colorido, simple, autóctono, moderno y con los sellos más representativos de la historia de nuestro amado Claromecó.
